Entrevista realizada a Masami Kurumada el 5 de diciembre de 2003, y publicada en el artbook Saint Seiya Masami Kurumada Illustrations - Sora, salido a la venta el 27 de febrero de 2004.
Masami Kurumada, nació el 6 de diciembre de 1953 en Tokio. Durante su juventud, fue un niño normal que jugaba con sus amigos en el parque o en la calle, y que leía los libros que conseguía en las tiendas de alquiler... A él, como al resto de los niños, lo que le gustaba en particular eran los mangas.
Lo que prefería de chico eran dos historias de Mitsuteru Yokoyama, como Iga no Kagemaru y Tetsujin 28 Gô. Esas eran obras que a los niños de esa época les encantaba leer. Más tarde, cuando crecí, comencé a leer la Shônen Jump, que en aquel entonces aún no era semanal, sino mensual.
Se podría decir que aquel encuentro con la Shônen Jump cambió su destino. Entre los mangas publicados en la revista, se encontraba una obra de un mangaka que influenció fuertemente a Masami Kurumada. El nombre de aquel mangaka era Hiroshi Motomiya.
La obra del maestro Hiroshi Motomiya tuvo un profundo impacto en mí. Aquellas páginas dobles y a color para representar las escenas me impresionaba. "¡Esto sí es un manga!", me decía a mí mismo. Era un manga muy diferente a los que había leído hasta entonces, los cuales tenían diseños redondeados e infantiles. Acercarme al gekiga fue muy impactante. Pienso que si no hubiera leído Otoko Ippiki Gaki Daishô, si no me hubiera encontrado con Mankichi Togawa y si no hubiera recibido aquel impacto... probablemente nunca me hubiera vuelto mangaka.
Otoko Ippiki Gaki Daishô fue publicado en 1968 en la Shônen Jump, con grandes resultados para Hiroshi Motomiya. El protagonista, Mankichi Togawa, con sólo su puño y su extraordinario coraje, reunía y guiaba bandas de jóvenes delincuentes en todo el país. Cuando Kurumada inició la preparatoria, no podía imaginar que aquel manga cambiaría su vida. Tiempo después, durante su último año de preparatoria, el joven Kurumada decide ir en busca de su nuevo camino.
Como en mi escuela no se estudiaba ninguna especialidad, la mayoría de los estudiantes pensaba en seguir sus estudios en la universidad. Al verlos a ellos, perdí el deseo de seguir estudiando. Todos mis compañeros se la pasaban estudiando, estresados, porque tenían que rendir los exámenes de ingreso. Terminarían ingresando a la universidad de Waseda u otras, luego conseguirían un trabajo en alguna empresa, se casarían, discutirían con sus colegas, comprarían una casa por varios millones de yenes y se pasarían la vida pagando sus deudas... Yo me planteaba si quería una vida como esa. Entonces me pregunté en qué cosas era mejor al resto, y la verdad no encontraba nada. (Risas). Sin embargo, me encantaban los mangas. Fue ahí cuando de repente pensé que me encantaría volverme mangaka. Hasta ese entonces, nunca se me había cruzado por la cabeza esa idea. En retrospectiva, puedo decir que fue la fuerza de aquellas imágenes y su excelente composición las que me hicieron sumergir en este mundo.
En Otoko Ippiki Gaki Daishô, Mankichi Togawa llevaba adelante una lucha sin precedentes contra el poder establecido. ¿Tal vez el joven Kurumada se vio reflejado en este personaje? Y entonces envió sus mangas a la Shônen Jump, lugar donde el maestro Motomiya era publicado.
Fue durante las vacaciones de verano de mi último año de preparatoria cuando envíe mi primer trabajo, el cual dibujé utilizando solamente una pluma. La historia era sobre un líder de bandas, probablemente debido a que Otoko Ippiki Gaki Daishô me había dejado una gran impresión. Entonces, el editor que vio mi trabajo me informó que necesitaba asistentes para una obra de la cual él estaba a cargo, Samurai Giants. Así que tomé ese trabajo que me serviría de entrenamiento para convertirme en mangaka. En ese momento, lo que más me sorprendió fueron los "screentones". Hasta ese momento yo creía que las líneas de fondo de los mangas, como los rayos en diagonal, eran dibujados uno por uno a mano. Pero viéndolo desde el detrás de escena, aprendí que existían "screentones" listos para ser aplicados. Entonces pensé que sí podría convertirme en mangaka después de todo. (Risas). Hasta aquel momento, yo no tenía la menor idea de como se producía un manga realmente, y había estado dibujado ignorando todo aquello. Mientras realizaba mi trabajo de asistente, tenía también un trabajo a tiempo parcial, y en los momentos que tenía libres dibujaba mis propias historias que enviaba a la Shônen Jump. Después de haber sido asistente por aproximadamente dos años, finalmente publicaron mi primer manga, Sukeban Arashi. Fue a partir de allí que me convertí en un mangaka con todas las letras. Podría decirse que hasta ese momento había pasado un buen momento en la oscuridad esperando mi oportunidad. (Risas). Sin dudas, fue con Ring ni Kakero que fui impulsado a los primeros puestos como mangaka.
Kurumada habla de su primer gran éxito, Ring ni Kakero, de este modo.
Estaba aún definiendo mi estilo. Releyendo ahora los primeros volúmenes de Ring ni Kakero, pienso que me sentía un poco perdido, y eso se reflejaba desde el punto de vista técnico del manga. Al entrar al mundo profesional uno termina conociendo los pros y los contras de la popularidad, recibe opiniones de los editores y escucha toda clase de sugerencias. Por otro lado, cuando estoy inspirado y concentrado en lo que estoy dibujando, no le presto atención a lo que me rodea. Algo así como "¡me apartaré de los demás, y así saldrá perfecto!".
Las primeras dudas y problemas comenzaron a llegarme durante la primera temporada de Ring ni Kakero. Y eso fue algo que los lectores detectaron también. La primera parte de la serie no alcanzó una gran popularidad, sin embargo... a partir del momento en que me nació la idea del Boomerang Hook, mis dudas y vacilaciones desaparecieron. Tuve una gran respuesta por parte de los lectores, y me di cuenta de que con una sola idea había cambiado todo.
Como dice el maestro Kurumada, el ataque final de un héroe "sólo puede ser una técnica especial". La idea de las técnicas especiales, en el futuro siguió estando presente en las obras de Masami Kurumada. Fue precisamente trabajando en Ring ni Kakero, que el señor Kurumada entendió cuán importante era el "nemu" ("storyboard") en un manga.
En aquella época... como todos los que soñaban con volverse mangaka algún día, uno se decía a si mismo que seguramente estaba lleno de personas que dibujaban mejor que uno. Yo sabía que había mucha gente talentosa, tantos como las estrellas. Pero sabes... la mayor parte del manga está en el storyboard. Fue durante la publicación de Ring ni Kakero que me di cuenta de que el storyboard es la esencia del manga. El storyboard es algo diferente a la historia. No se trata del guión, sino de cómo acomodas las viñetas o de cómo presentas la historia a los lectores. Fue a partir de Ring ni Kakero que comencé a hacerlos pensando en como lograr que los lectores no despegaran sus ojos de las páginas. Incluso con una gran idea como el Boomerang Hook, todo se hubiera arruinado con un storyboard mal hecho. Cada semana le daba mucha importancia y me aseguraba de incluir impresionantes paginas dobles o viñetas gigantes. Mis mangas no serían buenos si cada semana no incluyera cosas espectaculares que conforman el núcleo del capítulo. El origen de mi insistencia con los storyboards probablemente provenga del impacto que me produjeron las páginas dobles de Otoko Ippiki Gaki Daishô.
En Kurumada Pro, estudio de trabajo del maestro Kurumada, existe un cuarto llamado "Cuarto del storyboard". Se dice que cuando el maestro tiene que pensar en el storyboard, se encierra allí y no sale hasta que lo termina. Mientras se encuentra en el cuarto, ni su editor, ni sus asistentes tienen permitido entrar, ni llamarlo por teléfono. Podríamos definirlo como un santuario.
Sin dudas, lo que me ocupa más tiempo es la búsqueda del storyboard. Cuando estoy casi llegando a la fecha de entrega y la idea no llega, me encierro en el "Cuarto del storyboard" y me exprimo la cabeza como un limón para lograrlo. Luego, basándome en ese storyboard, me pasó las siguientes 20 horas dibujando las viñetas. Esta práctica no la he cambiado, incluso hoy.
Podríamos decir, por lo tanto, que el storyboard es la vida del manga. El estilo creativo del maestro Kurumada lo expresa claramente. Cuando intenta recordar su pasado, siempre comienza hablando de Otoko Zaka, la obra predecesora de Saint Seiya. Esto es porque el nacimiento de Saint Seiya se debió a la cancelación de Otoko Zaka.
Desde aproximadamente la mitad de Ring ni Kakero, todos los personajes de mis obras comenzaron a tener técnicas especiales. Pienso que la única excepción es Otoko Zaka, donde sus personajes no encerraban ningún secreto. Debe ser por eso que es mi único manga que fue cancelado. (Risas). Personajes sin técnicas es igual a "cancelación". (Risas). La cancelación de este manga me llevo a la creación de Saint Seiya. Cuando comencé a concebirla, tenía grandes dudas derivadas del hecho de no haber concluido Otoko Zaka. Eso me hizo comprender que la popularidad lo es todo para un manga. Yo pensaba, "si mi próxima obra no tiene éxito, será mi fin como mangaka"; pero al mismo tiempo me motivaba diciéndome "¡muy bien, tengo que dibujar lo que la gente quiere!". Es por eso que Saint Seiya fue creado con una seria intención de convertirlo en un gran éxito.
El maestro Kurumada habla abriendo su corazón con toda sinceridad. Aquella frustración se convirtió en fuerza, porque fue de allí que Saint Seiya nació. Pero tratar de crear un éxito demanda a cualquiera un gran esfuerzo. Tanto que se puede comparar al esfuerzo hecho por los protagonistas de los mangas nekketsu. Además de su convicción de que "los mangas son los storyboards", en Saint Seiya le prestó atención más que nunca a los dibujos.
Puse mucha atención, particularmente, en representar a los Cloths a color, al nivel de poder sentir sus texturas. Hubo al principio, sin embargo, varias paginas a color en las que no quedé muy satisfecho por como quedaron. A diferencia de los mangas hechos por dibujantes talentosos, el manga de Kurumada se basa primariamente en el storyboard. Sin embargo, me propuse prestarle especial atención al diseño de los Cloths. Después de todo, ¡los Cloths eran algo que nunca antes se habían visto! Por supuesto, eran algo que nunca había visto en la vida real tampoco, pero tenía que mostrar sus diseños de cualquier manera. Probé con una base de azul, y añadí un toque de purpura y amarillo... Intenté de todo. También consideré la opción de que las corazas tuvieran varios colores dependiendo del ángulo en que lo vieras bajo la luz... Pero no hubiera terminado jamás si hubiera probado todas las opciones, y no hubiera podido terminar las páginas a tiempo. (Risas). A decir verdad, comencé a mejorar la forma en que aplicaba los colores a medida que avanzaba con el manga, hasta llegar a un resultado que podría considerarse satisfactorio. Fue aproximadamente a la mitad de la historia en que puedo decir que encontré la forma correcta de colorearlos. Las imágenes a color eran utilizadas, particularmente, para las tapas de las revistas y para las primeras páginas del capítulo. Yo las dibujaba esperando que los estudiantes de primaria las encontraran geniales, las recortaran de la revista y las pegaran en la pared. Puse más energías que nunca en las imágenes a color de Saint Seiya, ¡así que estoy muy ansioso de ver como resultará este libro que las recopila!
Tan impensado como pueda parecer, este libro es la primera colección de ilustraciones dedicada a Saint Seiya. En la época en que se publicaba en la Shônen Jump, el maestro Kurumada nunca se hubiera imaginado que aquellas páginas conformarían, algún día, un libro recopilatorio. Pero viéndolas incluso hoy, las ilustraciones a color de Saint Seiya son hermosas y destellan miles de luces, como un tesoro. En aquella época, los niños y niñas pegaban aquellas ilustraciones a color en las paredes de sus habitaciones para admirarlas. Masami Kurumada dice que espera que también vean esta recopilación de imágenes a color. El mismo maestro ha seleccionado, para los fans, las mejores entre un gran número. Esta es su selección personal. No son muchas, pero sería imposible publicarlas a todas. Existe una gran cantidad de imágenes a color de Saint Seiya, la razón es...
Durante la publicación de Saint Seiya, la publicación semanal me tenía muy ocupado. Sin embargo, realicé muchas ilustraciones a color durante ese periodo. Realizar páginas a color, además de las 32 páginas del capítulo... era agotador. (Risas). Pero me decía a mi mismo que la cantidad de páginas a color requeridas era un medidor de popularidad. No te pedirán páginas a color si el manga no es popular. Era difícil, pero nunca odié hacerlo. Al contrario, me ponía muy feliz. Y esa es la razón por la que nunca rechacé un pedido. Cuando publicaba Saint Seiya, nunca entregué un capítulo tarde. He oído que hoy día en la Weekly Shônen Jump, muchos mangakas hacen eso porque quieren profundizar en las ideas que quieren utilizar, o simplemente toman vacaciones. Eso realmente me ha sorprendido. Eso hubiera sido impensado en mis tiempos. Si alguien entregaba tarde un capítulo, hubiera sido visto como un mangaka fracasado o descalificado como persona. (Risas).
Poco después del inicio de la publicación del manga de Saint Seiya, se decidió su adaptación en anime, y su éxito superó a todas sus obras, incluyendo a Ring ni Kakero de la misma Shônen Jump. El anime alcanzó un alto rating, y las figuras de acción producidas por Bandai, el Saint Cloth Series, obtuvieron ventas fantásticas, incluso desde el punto de vista histórico de Japón. Además, los juegos de Famicom vendieron muchas copias, y fueron producidas 4 películas. La idea de los Cloths es sin dudas una de las razones por la cual Saint Seiya se ha convertido en un gran éxito.
A pesar de que los Cloths de Saint Seiya son una innovación, Masami Kurumada ya venía con la tendencia de darle herramientas especificas a sus personajes desde antes, como los nunchakus utilizados por la protagonista de Sukeban Arashi, o el Kaiser Knuckle de Ring ni Kakero.
En algunos films, en especial los de espionaje como los de James Bond 007, las mujeres espías levantaban sus faldas y revelaban un arma escondida en el portaligas. Esas son escenas excitantes, impresionantes y sexys. Pienso que el uso de esas armas me ha influenciado. Yo las veía cuando estaba en la primaria, así que me dejaron una fuerte impresión. ¿Los Cloths no serían entonces la expresión máxima de éstas?
Hasta ese entonces, esa clase de trajes eran muy cuadrados, porque pertenecían a los robots. Pero en el caso de Saint Seiya usé el estilo de las armaduras occidentales, más curvadas y con formas aerodinámicas. Además, el concepto no se resumía a unas simples armaduras que se colocaban sobre el cuerpo de los personajes. Más que protectores que llevaban el nombre de las constelaciones, también tenían la particularidad de adoptar la forma de éstas cuando no eran vestidas por los personajes. Independientemente de la historia, el hecho de que adoptaran la forma de la constelación era muy importante. A pesar de que fue difícil, pude mantener esa idea, ¡y los Cloths se volvieron muy populares! Hasta ese momento no existía ningún juguete que se pareciera a los Cloths. Algo que podías poner en el cuerpo de la figura de acción y luego sacarlo y que adoptara otra forma distinta. Saint Seiya fue precursor de muchas cosas en aquella época.
Después de las explicaciones sobre los Cloths, Kurumada habla de la visión que existe en el mundo acerca de la originalidad de Saint Seiya.
Hasta aquel entonces los mangas se basaban en universos y géneros bien definidos. Uno fácilmente podía distinguir entre un manga de boxeo, béisbol o tenis. El lector fácilmente podía identificar de qué clase de manga se trataba. Pero nunca había existido un manga que usara a la Mitología Griega como base. Era la primera vez que un universo así salía a la luz. Esa idea jamás había sido usada en un manga shônen, y fue por eso que los lectores lo encontraron difícil de entender al principio. No me era posible responder cuando me preguntaban "¿qué clase de manga es Saint Seiya?". Me era imposible encasillarlo en un género especifico. Sin embargo, no creo que Saint Seiya se hubiera convertido en un éxito si me hubiera conformado con hacer un manga nekketsu clásico, como todos los anteriores que mostraban sangre, sudor y lagrimas.
El universo de Saint Seiya tiene muchos términos específicos. El maestro presta especial atención a esas palabras.
Palabras como "Cloth" o "Saint" fueron invenciones mías. El Cloth debería haber sido "Armor" ("armadura"), pero no quería utilizar un término tan común como ese. Así que me aseguré de utilizar kanjis, ya que me gustaba como quedaba. Los dioses griegos utilizaban túnicas, ¿no es así? De allí fue donde saque "聖なる衣" ("tela sagrada"). Y como en inglés "tela" se dice "cloth", asocié esa pronunciación con los kanji "聖衣".
Con respecto a "Cosmo", es una manera de decir "elevar el espíritu" o "sentir el deseo de matar". Básicamente, estos términos están relacionados con la palabra "espíritu". Entonces me dije que sería genial acuñar esas frases utilizando la palabra "Cosmo", quedando así "elevar el Cosmo" y "sentir el Cosmo". En aquella época acababa de ver un documental en la TV donde definían al cuerpo humano como un microcosmo (o microuniverso). Entonces pensé en escribirlo "小宇宙", pero añadiéndole la pronunciación "Cosmo". También pasé mucho tiempo investigando para los nombres de las técnicas de los personajes. Mis editores también me sugirieron muchas ideas.
¿No creen ustedes que Saint Seiya posee cierta elegancia? Los mangas nekketsu, hasta ese entonces eran rústicos, pero Saint Seiya no era así, ya que tenía elementos que atraían también a las mujeres. Después de todo, hasta los personajes mismos tenían cierta clase. Habitualmente, los golpes son poco estéticos y la derrota es algo triste, pero en Saint Seiya las derrotas eran con clase. ¿Acaso no hay elegancia allí? Para ser honesto, en este punto el anime me había influenciado mucho. Tener a Shingo Araki como director de animación fue fantástico. ¡Todo lo que él hacía era genial! ¡Tenía un estilo increíble que encajaba perfectamente con el universo de Saint Seiya!
El universo de Saint Seiya dio nacimiento al anime, y la obra superó las fronteras de Japón y ha sido muy valorado a nivel mundial.
Ahora que lo pienso, se trataba de un universo único. Los "Saints", los "Cloths", el "Cosmo" eran términos nunca antes vistos, y que tuvieron un fuerte impacto una vez que fueron asimilados. Pienso que esa quizás fue la razón por la cual engancharon a los lectores, sin importar de que país sean. Leyendo las cartas que me llegaban de mis fans escritas en francés y en inglés, por ejemplo, entendí la popularidad que había obtenido en el exterior. Antes había recibido cartas del exterior, pero eran de niños japoneses que vivían, por ejemplo, en Inglaterra debido a que sus padres trabajan allí. Fue cuando recibí cartas de verdaderos fans franceses que me di cuenta de lo maravilloso que es el manga. ¡Hay muchos fans en Francia que quieren venir a Japón o que quieren aprender el idioma para poder leer los mangas! Hay incluso fans que se han vuelto editores en alguna editorial. ¡Ese es el poder del manga!
Actualmente, el maestro Kurumada se encuentra publicando Ring ni Kakero 2 en la Super Jump. También hay varias obras que el maestro está supervisando, tanto en anime como en manga, pero esta obra es la única que esta realizando él mismo.
Actualmente, las condiciones para dibujar mangas son excelentes. En el pasado, cuando era publicado en la Weekly Shônen Jump, no hacía otra cosas más que dibujar y dibujar. Hacía los storyboards, dibujaba el capítulo, y repetía el ciclo una y otra vez. Casi que no tenía tiempo para conocer gente fuera de este mundo. Pero como Ring ni Kakero 2 se publica cada dos semanas, puedo hacer el storyboard y los dibujos en una semana, y pasar la semana siguiente conociendo gente, bebiendo y comiendo con ellos... Un buen ritmo de esfuerzo y descanso. Como a mi me gustan los deportes de lucha, frecuentemente voy a verlos. Muchas veces me encuentro con jóvenes luchadores y voy a comer con ellos.
Casi todos los luchadores jóvenes actuales, de entre 20 y 30 años de edad, pertenecen a la generación que creció leyendo los mangas de Kurumada.
Cuando me encuentro con ellos, me doy cuenta de que lo que escribí los influenció fuertemente y eso me emociona. Pero no puedo decir que fue gracias a mis mangas que ellos se han convertido en personas increíbles. En aquella época, ni el mangaka ni el editor tenían la oportunidad de encontrarse con los lectores. El único contacto con ellos era mediante las cartas, o encuentros esporádicos en algún evento.
Era extremadamente raro en el caso de una publicación semanal poder preguntarles a los niños de primaria qué les pareció el capítulo o cuales eran sus partes favoritas. Pero ahora aquellos fans han crecido y se le han presentado a Masami Kurumada. La influencia de los mangas de Kurumada han hecho que se conviertan en luchadores profesionales.
Poder ver como se volvieron fuertes tomando mis mangas como modelo, eso me hizo sentir el impacto que tuvieron en ellos. (Risas).
El mayor ejemplo de esto es, sin dudas, Kazushi Sakuraba de la Pride (categoría de lucha).
El Hurricane Bolt de Sakuraba es grandioso. Este fue el golpe final utilizado contra Royce Gracie, y si lo ves en la repetición desde el ángulo correcto puedes ver el parecido con el Hurricane Bolt de Ishimatsu (personaje de Ring ni Kakero). ¡El manga que alguna vez dibujé se volvió realidad!
Sakuraba mismo le dio el nombre de Hurricane Bolt a la técnica que utilizó para noquear a Royce, y declaró que releerá Ring ni Kakero para pensar el nombre de su próxima técnica especial.
Además de luchadores, hay muchos fans de mis mangas que se acercan a hablarme. La generación que creció leyendo los mangas de Kurumada, están ahora tratando de progresar en la sociedad. Los fervientes seguidores de Kurumada... Los Masamistas ahora ocupan lugares de liderazgo en las compañías. (Risas). Cuando hablo con ellos me doy cuenta que el impacto de mis mangas los ha influenciado, y eso me ha hecho reflexionar. Por ejemplo, me he puesto a pensar que tal parte podría haber sido mejor de otra manera. Esto es algo que he tenido en cuenta en Ring ni Kakero 2, que actualmente estoy publicando. Además, también me ha hecho pensar en la forma de hacer que los mangas de Kurumada sean más atractivos hoy día. Esas no son charlas formales, pero bebiendo sake y diciendo tonterías uno puede percibir el futuro de los mangas de Kurumada.
Los niños fans de sus mangas se han vuelto adultos, y éstos le han dado fuerzas. El maestro Kurumada nos lo cuenta con gran alegría. Los mangas que alguna vez escribió influenció a una generación que ahora se encuentra activa en la sociedad, y eso se ha convertido en su fuerza. Y esa fuerza está a punto de volver a encender nuevamente los mangas de Kurumada.
Mis mangas han originado luchadores en Japón o editores en Francia... ¡A pesar de que yo no fui la persona que los crio! (Risas).
Y eso Kurumada lo dice con una sonrisa de oreja a oreja. ¡Finalmente, el maestro recuerda su vida como mangaka justo para la ocasión de su trigésimo aniversario como tal!
Han pasado 30 años de carrera, pero tengo la impresión de que todo pasó muy rápido durante la época en que se publicaba semanalmente. Así que lo único que puedo decir es que todo sucedió rápidamente. Quizás debería agregar que cada semana me preguntaba que iba a hacer. Pero a pesar de que fue todo fue muy rápido, si me pidieran que pasara otros 30 años de la misma manera, no creo que podría hacerlo. Es por eso que es mejor afrontar esa cantidad de trabajo cuando eres joven. Creo que esta forma de pensar no se limita sólo al trabajo de mangaka. ¿Acaso no he llegado hasta aquí porque experimente todo eso en aquella época? ¡Los mangakas de la Weekly Shônen Jump de mi generación tienen mas fuerza que nadie! Ellos aún siguen activos y en primera línea. Es gracias a aquella época de publicación semanal que hoy estoy aquí. ¡Es debido a eso que hoy cumplo 30 años de carrera!
Traducción: Shady