A mediados de marzo tuvimos el agrado de ver la película gracias a la invitación de Sony Pictures. El día de hoy, compartimos con ustedes nuestra humilde opinión sobre la misma. ¡Acompáñennos!
El pasado 21 de marzo tuvimos el orgullo de ser de los primeros en el mundo en poder ver el film con actores reales de Saint Seiya, el cual, en América Latina lleva por nombre Los caballeros del zodiaco: Saint Seiya - El inicio. Esto fue gracias a la invitación de Sony Pictures, a través de la gente de UIP Argentina, a quienes les enviamos un gran saludo y un fuerte agradecimiento.
Dicho esto, los dejamos con nuestra review sin spoilers.
Primero que nada, es esencial remarcar que Los Caballeros del Zodiaco: Saint Seiya - El inicio es una producción que debe ser vista teniendo en cuenta que se trata de una reinterpretación de la serie clásica con algunos añadidos, pero manteniendo los elementos más importantes de la misma.
La trama, basada en la serie con animación CGI Knights of the Zodiac: Saint Seiya, nos muestra a un Seiya conflictuado en busca de su hermana, de la cual fue separado de niño, y que de golpe se encuentra con Alman Kido (Mitsumasa Kido), quien le informa que él está destinado a convertirse en un Caballero que tiene como misión proteger a Sienna (Saori), la reencarnación de Athena que lucha por controlar sus poderes de diosa. A partir de allí, la historia comienza a transitar por una montaña rusa de emociones y acción trepidante que mantendrá a los espectadores al borde de la silla, logrando que las casi dos horas del metraje pasen extremadamente rápido.
Varios elementos son tomados de la primera temporada del remake CGI, pero aquí se les da una vuelta de tuerca que hará que sean asimilados de mejor manera por los fans que no habían quedado conformes con lo visto en la entrega de Netflix. Y para aquellos preocupados sobre si la película mantiene el núcleo de la serie original, la respuesta es que los elementos más importantes y el mensaje como son el Cosmo, los dioses, las armaduras, las constelaciones, la batalla constante contra el destino y el nunca darse por vencido siguen estando allí. Incluso, el combustible emocional que motiva a los personajes permanece inalterado para la mayoría de ellos, como son los casos de Seiya, Nero (Ikki), Alman Kido (Mitsumasa Kido) e, incluso, Mylock (Tatsumi).
Eso sí, las secuencias de peleas (sobre todo la final) se nos hicieron algo cortas y nos dejaron con ganas de más. Sin embargo, el film compensa eso tomándose el tiempo necesario para introducir a los personajes de manera correcta, explorando sus trasfondos y relaciones. Y si bien no se nos revela nada sobre el pasado de Nero (Ikki), éste es presentado de muy buena manera, dejándonos enganchados, haciendo que queramos saber más sobre él en una posible secuela.
Por otro lado, las actuaciones son muy buenas en general, sobre todo las de las dos jóvenes promesas, Mackenyu Arata (Seiya) y Madison Iseman (Sienna/Saori), quienes se desenvolvieron sorprendentemente, no solamente a la hora de transmitir el aspecto emocional y psicológico de sus personajes, sino también por la química que se siente entre ellos todo el tiempo. Sus diálogos y expresiones corporales se van desarrollando de una forma muy natural a medida que transcurren los minutos, lo que le aporta credibilidad a las decisiones que termina tomando el Caballero de Pegaso.
También hay que destacar la de Mark Dacascos, cuyo personaje, desde nuestro humilde punto de vista, es el que más brilla en las escenas de acción. Un Tatsumi en “modo John Wick” que nos hubiera encantado ver en el anime. No tengan dudas de que lo amarán.
Asimismo, la caracterización y vestuario están bastante bien logrados, con un Seiya, una Athena y una Marin siendo representados de manera bastante fiel a los personajes originales. Incluso el de la villana, Vander Guraad, interpretada por Famke Janssen, la cual, a pesar de no existir en la serie clásica, aquí es mostrada con un estilo que le da un porte místico y poderoso, que inevitablemente nos hace acordar bastante al Fénix Oscuro de la película X-Men: The Last Stand, cuyo papel estuvo a su cargo.
La cinta se estrenará en los cines de América Latina el 27 de abril.
No obstante, el punto más polémico en este apartado seguramente sean las armaduras. Si bien muchos encontrarán las texturas, colores y diseños de las de Fénix y Pegaso poco convincentes, también hay que tener en cuenta que las mismas tuvieron que pasar por un proceso de rediseño para adaptarlas al mundo real, lo cual les permitió a los actores moverse libremente con ellas. Eso sí, esto es algo que la gente de producción ya es consciente que deberá mejorar en una segunda entrega, en caso de que se lleve a cabo.
En cuanto a los escenarios, hay que mencionar que, aunque no son muy numerosos, están bien conseguidos. Sobre todo, la entrada a lo que parece ser el Santuario, lugar donde Seiya lleva a cabo su entrenamiento, que como bien se pudo apreciar en los tráileres, es recreado con un estilo místico y fantástico, muy al estilo Legend of Sanctuary.
Especial reconocimiento merecen también las locaciones escogidas para representar la residencia Kido y la arena de combate donde se realizan las peleas clandestinas en las que nuestro protagonista participa al inicio de la película. La primera, por la belleza natural del lugar: una zona costera con playas paradisiacas que dan a un hermoso mar azul; y la segunda, por lograr simbolizar ese ambiente “underground” que encaja perfectamente con el aspecto ilegal que se le quiere dar a la actividad que allí se lleva a cabo.
Por otra parte, el apartado más destacable del film es el que tiene que ver con la cinematografía y los combates. No solamente porque se nos presenta una fotografía interesante, con varios juegos de colores contrastando en varias escenas, sino también por su espléndido juego de cámaras y una combinación de tomas rápidas y superlentas en las secuencias de lucha, las cuales resultan muy entretenidas de ver. Y es que, sin lugar a dudas, las peleas son el punto fuerte de esta cinta. No solamente porque mezclan magistralmente un número variado de artes marciales, sino también por sus divertidas coreografías, las cuales, incluso, se dan el lujo de homenajear movimientos característicos de los personajes vistos en el anime original. En este campo, definitivamente se hace notar la mano experta del director de acrobacias, Andy Cheng, y su equipo.
Finalmente, en el apartado musical, la película nos trae varias piezas realizadas por el compositor japonés Yoshihiro Ike, quien trabajara en el pasado en un par de producciones de la franquicia como fueron el film Saint Seiya Legend of Sanctuary (2014) y la serie con animación CGI Knights of the Zodiac: Saint Seiya (2019-actualidad). Su trabajo en esta oportunidad, probablemente pueda llegar a parecer un tanto “genérico”. Sin embargo, hay ciertos momentos durante el metraje donde éste hace algunos guiños a la música original compuesta por el maestro Yokoyama, los cuales los fans adorarán.
Conclusión:
Los Caballeros del Zodiaco: Saint Seiya - El inicio es una película que, aunque presenta algunos aspectos que quizás no convenzan del todo al núcleo más duro de los fans, cuenta con varios detalles positivos que sin duda tocarán el corazón de los espectadores. Su trama, la cual se trata de una reinterpretación de la historia que todos conocemos, mantiene el mensaje y los elementos característicos de la obra creada por Masami Kurumada. Y aunque la representación de algo tan importante como las armaduras flaquea, las actuaciones, las escenas de acción, las secuencias de combates, los escenarios y la dirección son destacables. Esta producción, como bien remarcó el productor, Yoshi Ikezawa, está dirigida a conquistar a un público nuevo, por lo que desde nuestra parte recomendamos a los fans ir a verla con la mente abierta. Si logran hacerlo, estamos convencidos de que serán capaces de disfrutarla mucho.
-Grupo Next Dimension
-Naiya de Dragón